martes, 11 de enero de 2011

El Decimo elefante:Un relato (II)


Federico Rueda contempla fascinado durante unos breves segundos ese enigmático trozo de cartulina y súbitamente empieza a reír a carcajadas.Suponiendo que es una trastada de uno de sus hijos o el producto de una mente trastornada que paseaba por los alrededores,decide no darle mas importancia al asunto,hace una bola con el estrafalario mensaje y de una patada la arroja hacia el cuidado jardincito de la casa vecina,simplemente por tocarle un rato los huevos al antipático perro que todas las mañanas le despide con un gruñido y todas las noches le recibe con ladridos,y al que a partir de hoy mismo ya no va a tener que soportar mas.
Acto seguido,como todas las mañanas,vuelve al interior de su casa y se sienta para que su mujer,como todas las mañanas,le sirva el desayuno bien caliente:huevos,tostadas y zumo.En realidad odia desayunar huevos con tostada y el zumo le da diarrea,pero ha visto en muchas películas que en estados unidos se desayuna así y a el le encanta el american way of life.
Mientras desayuna y lee en el periódico matutino al que esta suscrito(el ABC por supuesto porque el es católico,apostólico,romano y monárquico) las noticias financieras que no entiende,deja vagar libremente su mente y durante un momento reposa sus ojos sobre su mujer,aquel patético ser al que practicamente ha conseguido anular como persona,María teresa, a la que nunca ha amado como siempre sospecho y ahora es capaz de confirmar.Ella no sabe que esa misma noche va a pasar a formar parte del batallon de mujeres abandonadas y humilladas por sus maridos.
A su lado se sientan sus hijos hablando de sus tonterías preadolescentes y hacia los que nunca ha sentido tampoco el menor cariño.Nadie podrá acusar a Federico Rueda de ser un mal padre:les ha dado un techo,los ha alimentado y les ha comprado su material escolar.Es verdad que nunca ha sido muy efusivo con ellos ni les ha dado un beso o un abrazo cuando sin duda lo necesitaban,pero para compensar todo eso Federico Rueda piensa asistir esa noche por primera vez a la gala de despedida del curso que tendrá lugar en el salón del carisimo colegio privado que el paga religiosamente y nunca mejor dicho puesto que es del Opus
En cuanto acabe el acto sus hijos podrán considerarse huerfanos a todas las instancias,porque Federico Rueda no desea volver a verlos
Lo que aun no sabe Federico Rueda es que sus deseos se van a hacer realidad,aunque quizás no como el espera

CONTINUARA

8 comentarios:

  1. Esto es lo que se llama acabar un capítulo dejando al personal con el intríngulis. Este Federico resulta bastante antipático, es una presunta víctima que no hace que quien lee la historia lo quiera proteger. No es un cabronazo integral pero lee el ABC y es del Opus, cosas ambas bastante repelentes, por decir algo (aunque el otro día sentada en una cafetería a la que suelo ir a leer porque van grupos de "chicos" y "chicas" ancianos y hacer oreja es divertidísimo, había dos abuelas diciéndose entre ellas que el ABC también era ya de izquierdas, válgame)

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  2. Ronronia:¿El ABC de izquierdas?.Dios mio¡¡¡¡¡¡¡¡¡:Nunca oi una barbaridad igual
    Me agrada saber que de momento te sigue atrapando la historia....veremos si se continuarla.De momento creo que has captado perfectamente la esencia del protagonista
    Besos

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  3. Intrigante relato.No habia leido la primera parte y ahora me los lei de un tiron.Espero la continuacion
    Un abrazo

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  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  5. Juanjo:La verdad es que yo tambien la espero.Ya veremos como continua la historia

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  6. Federico, Federico, que te as van a dar todas en el mismo lado y no te vas a enterar... (¿Y tú por qué no pones un espacio después del punto en las frases?

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  7. ¿Y porque no?.El espacio es vacio y el vacio decadencia
    En cuanto a Federico:Su futuro aun no esta escrito

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  8. Por supuesto sigo esperando sugerencias para la continuacion de la historia

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