El decimo Elefante: Un relato (IV)

Federico Rueda llega por fin a la puerta del exclusivo colegio ingles donde sus hijos pasan las horas calentando pupitres y sin aprovechar ni apreciar en absoluto el enorme esfuerzo que el hace por ellos.
Como cada mañana,ellos no hacen el menor ademán cariñoso ni el menor intento de darle un beso.Federico rueda tampoco lo desea ni mucho menos lo espera.Pero esa mañana no es igual que las demás.
Federico Rueda se dirige hacia sus hijos.A Andrés tiene que arrancarle los auriculares de un papirotazo pues no hay otro modo de que esos pseudo-autistas le presten un poco de su mínima atención.
Federico Rueda les recuerda que esa noche acudirá a verlos a su espectáculo colegial,cosa que a ellos les importa un rábano.
Después y sin transición alguna, Federico Rueda añade que aprovechen para despedirse del colegio puesto que el curso próximo piensa matricularlos en un instituto publico.
Ellos parecen no reaccionar,pero en su interior no paran de meditar sobre el horrible futuro que les espera y sobre la terrible gente(rumanos e incluso marroquíes) con los que tendrán que convivir de ahora en adelante.
Desde ya mismo empiezan a considerar que no lo podrán soportar y que seria preferible cortarse las venas a tener que vivir ese horror.
Federico Rueda sabe perfectamente lo que sus hijos están pensando en ese momento......por eso mientras se aleja en su cochazo no puede evitar sonreír cruelmente......hacia tanto tiempo que deseaba joderles así.
Federico Rueda piensa que sin duda la venganza es dulce

CONTINUARA