Leí hace un tiempo un libro que se titulaba "Elogio del imbécil".
Su tesis central es que la imbecilidad lejos de ser marginada en nuestra sociedad actual es cada vez mas reconocida e incluso directamente premiada.Según esta publicacion cuanto mas asciendas por la jerarquía de una empresa cualquiera mas te darás cuenta de que en los cargos superiores el grado de imbecilidad va en aumento
Y algo de cierto debe de haber en ello cuando al consejero de transportes de Esperancita Aguirre (si,aquel mismo que se atrevo a afirmar que no existía el bono bus) le acaban de reconocer sus me ritos ascendiéndole al cargo de Presidente del Parlamento Madrileño
Ahora entiendo porque nunca me han ascendido a nada.
El mundo esta lleno de imbeciles que ademas ostentan el poder.Nos gobiernan los imbeciles y nosotros tambien lo somos por seguir votandoles
ResponderEliminarUn abrazo
Les señalan con el dedo y les dan un cargo y en ese momento se creen sabedores de todo. Otro ejemplo lo tenemos en las diferentes ministras de Sanidad. Celia Villalobos dijo en su dia, cuando el mal de las vacas locas, que ella hacía el caldo del cocido con hueso de vaca y no pasaba nada. Ahora la alemana no sé qué dice de los pepinos. ¿Y Leire? Ozú, ozú. Así nos va.
ResponderEliminarMira tú por donde un comentario tuyo ("No te quejes....a mi nunca me ha visto casi nadie") me trajo hasta tu blog... y no me arrepiento.
ResponderEliminarPor cierto, completamente de acuerdo con lo que dices en esta entrada. Un saludo.
Totalmente de acuerdo.Conocí a una compañera que la ascendieron a jefa y a la par,ascendió su imbecilidad.
ResponderEliminarJuanjo: todos somos imbeciles,pero algunos mas que otros
ResponderEliminarStultifer: Lo peor son las personas que se creen algo porque alguien les ha otorgado su parcelita de poder
ResponderEliminarYeisonlex: esto es una prueba evidente de que es cierto ese refran de que "El que no llora no mama"....ja,ja,ja
ResponderEliminarS: ¿Ves? ....si es que las pruebas empiricas estan a mi favor
ResponderEliminarSi ya dicen que la evolución normal es ir ascendiendo hasta lograr el máximo nivel de incompetencia. Lo que pasa es que con los políticos a eso se suma el mínimo nivel de sensibilidad de pantalones. ¿En qué consiste? En que desde que nacen en la política local o de juventudes, se van bajando los pantalones; el que no lo hace, no llega. Me los bajo un poco y un poquito más. Hasta que pierden la sensibilidad del todo y ya no saben si los llevan subidos o en los tobillos. Pantalones en los tobillos y máxima incompetencia, echan a andar y son ¡como pingüinos gilipollas!.
ResponderEliminarRonronia: Me ha encantado el simil pinguinistico
ResponderEliminarClaro, y a un concejal imputado portavoz, y a uno en Valencia que pone un crucifijo en la mesa, tb. imputado... La derecha está crecida, cari. Esto es que quieren dejar claro que se pasan la "indignacuión" por el forro de los cojones.
ResponderEliminarClaro que igual me quedo con la boca abierta cuando veo a I.U. pactando con el PP para darles los ayuntamientos. Penoso.
Thiago: todo es tan penoso que me pondria a llorar pero no quiero dar pena
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