El decimo elefante:un relato

Federico Rueda siempre ha sido un hijo de puta. Pero es un ser tan miserable que ni siquiera llega a ser un gran hijo de puta: Es solo un hijo de puta más.

Esta mañana Federico Rueda se ha levantado pensando que ese día no va a ser exactamente como los demás. Esa noche ya no piensa pasarla en su casita del barrio residencial a las afueras de Madrid donde vive(mas que convive) desde hace mas de 20 años con su esposa María Teresa y desde hace unos cuantos menos con sus hijos Andrés Y Celia.No,esa noche ya no dormirá allí donde su cama se ha convertido en un simple lugar en el que descansar su cuerpo,sino que ira a refugiarse entre los cálidos brazos de su amante, Annabelle,una estudiante de sociología a la que conoció en la empresa de la que el es un alto ejecutivo.

Annabelle había insistido desde hace días en mantener una entrevista con el pues estaba interesada en un trabajo de post grado que decía poder llevar a cabo en su empresa.En cuanto la vio Federico se dio cuenta de que podía ser una presa fácil para su insaciable hambre de depredador:ella una chica joven,impresionable,atractiva ,con un cuerpo escultural y necesitada de consejo y guia.El un apuesto ejecutivo,visitante asiduo del gimnasio y con el cuerpo bien conservado,con un alto cargo en la empresa y una nomina aun mas alta.La erótica del poder tenia que funcionar....y bien que funciono:a los tres días Annabelle y el se encontraban ya follando salvajemente en la habitación del piso que ella compartia con otras dos universitarias.

Federico Rueda esta pensando en los suaves muslos de Annabelle,en sus desafiantes pechos que aun no han sucumbido a la fuerza de la gravedad,en sus fantásticos labios que esta noche,y a partir de ella todas las demás noches,podrá besar hasta saciarse,mientras se encamina hacia el buzón,tarea rutinaria que lleva a cabo todos los días justo antes de desayunar,también hoy,¿porque no?Aunque sea la ultima vez que la haga.

Dentro del buzón,como siempre,un montón de facturas y papeles oficiales,cartas sin alma que no contienen mas que palabras frías.Pero entre todas ellas algo le llama la atención:no se puede decir que sea realmente una carta,es mas bien una pequeña cartulina,un poco mayor que una tarjeta de visita.En su superficie blanca esta escrita simplemente esta frase:"Morirás al llegar el décimo elefante"

CONTINUARA    (Esto es un humilde intento de iniciar un relato del cual no tengo claro ni la conclusion ,ni siquiera la continuacion:Se admiten sugerencias.Mi proposito era intentar ponerme en la mente de un hijoputa y como conozco tantos pense que no me resultaria muy dificil)

2 comentarios:

Ronronia Adramelek dijo...

Como no es un grandísimo hijo de puta, no te podrás inspirar en el Patrick Bateman de American Psycho, que tiene como personaje la virtud de que te deja frío, o normal al menos, durante sus episodios de psicópata-torturador-asesino y, sin embargo, la descripción de su vida cotidiana y las relaciones disfuncionales que mantiene con su entorno consiguen indignarte y sacarte de tus casillas mucho más que toda la casquería sádica. El tipo físico y profesional de tu personaje sí es un poco Bateman. Pero tampoco me parece el Federico éste el clásico hijoputiense mezquinobirria mediamierda, así que te veo haciendo malabares para conseguir un equilibrio. Sólo una sugerencia (mu personal): Yo cambiaría eso de haciendo el amor salvajemente y lo cambiaría directamente por follando salvajemente o por alguna colorista metáfora tipo follando como bonobos. Bueno, o quitaría salvajemente, pero lo que no me suena bien a la orejota es toda la expresión junta. Espero que sepas qué hacer con el elefante porque es un golpe de efecto genial pero si ahora alguien me dijera a mí que continuara el relato, no tendría ni la más remota idea de cómo hacerlo. Tengo mucha curiosidad y de momento, me gusta mucho, así que...