sábado, 19 de febrero de 2011

El decimo elefante: Un relato (V)

Federico Rueda llega por fin a su lugar de trabajo:la empresa que dirige con puño de hierro.Llega tarde,pero que carajo,la empresa es practicamente suya puesto que el hace y deshace a su antojo.Por supuesto que no es uno mas de esos despreciables chupatintas y lameculos que todos los días le ríen sus "gracias" y bajan la cabeza temerosos de que un arrebato de su justa cólera acabe con sus miserables vidas en la puerta de la calle en donde van a sufrir un futuro miserable,condenados a engrosar las filas de todos esos pseudodelincuentes que viven del paro a costa de personas que,como el,han logrado alcanzar un importante bienestar económico con su esfuerzo personal y por supuesto una dosis considerable de hijoputez.



Federico Rueda entra en su lujoso despacho de caoba y cuero desde el cual cuando así lo desea puede permitirse el lujo de contemplar como se afanan para intentar agradarle con su trabajo,todas aquellas hormiguitas que recorren los pasillos de arriba a abajo,siempre cargados de papeles y siempre con la cabeza cacha.


Federico Rueda ese día en el que esta jugando a ser Dios se siente especialmente picaron,lo cual es un eufemismo para indicar que se siente un poco mas hijo de puta de lo normal.Por eso decide llamar a su empleada Paula Senis a su despacho.


Paula Senis acude presurosa pues sabe que a su jefe no le gusta que le hagan esperar,asustada porque no sabe porque la llaman y porque nunca le ha gustado acudir a ese despacho donde siente que no se respira un aire sano.
Cuando Paula abre la puerta ve a su jefe sentado en la mesa del despacho con unos papeles en la mano,levanta por un segundo la mirada y clava sus ojos en ella.Es entonces cuando Paula se da cuenta de que algo malo va a pasar.



CONTINUARA

10 comentarios:

  1. Federico rueda tiene un metro cuadrado de poder y se cree el amo del universo. No me extraña que sus empleados digan de él que es un imbécil.

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  2. El mundo está lleno de Federicos Rueda potenciales que como tienen que tragar en el trabajo las humillaciones que les inflingen los Federicos Rueda reales, la toman con su familia que es a la única a la que le pueden poner el pie encima. Todas esas sociedades patriarcales, musulmanas o no, me da a mí que se basan en eso: soy un puto desgraciao pero al menos mando en mi casa y en mi(s) mujer(es)

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  3. Nunca he entendido a las personas que sienten la necesidad de "putear" a otras para sentirse realizadas... desgraciadamente, con esto de la crisis, en donde no te puede arriesgar a perder el trabajo como está el patio, los Federicos Ruedas se andan creciendo....

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  4. Stultifer: Desgraciadamente hay muchos imbeciles sueltos por ahi que se creen los amos del mundo por su metro cuadrado de poder

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  5. Ronronia: asi es.Es un analisis desgraciadamente certero y realista

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  6. Observatorio: Yo tampoco las entiendo....pero haberlas "haylas"

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  7. Jo,yo era Paula y cogia algo afilado por si acaso

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  8. Hummmmmmmmm....Que mal rollo me esta entrando

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