La mayorías de las personas odian ir al dentista:no es mi caso.
Podría daros miles de falsos e hipócrita argumentos:Podría deciros por ejemplo que sus asistentas están muy eróticas con esos uniformes blancos,pero seria mentiros
Podría también deciros que a mi vertiente mas masoquista le agrada sobremanera el dolor que provocan sus delicados instrumentos de tortura sobre mis sensibles encías,pero aunque esto se aproxime mas a la verdad no seria tampoco el autentico motivo
El autentico motivo es que ¿acaso conocéis a otro dentista que os felicite de este modo las pasadas fiestas?
Y lo mejor de todo es que en verdad es así como me atiende cada vez que acudo a su consulta
A mi me encanta cuando se pone esas orejas de conejo...y nada mas.¿A vosotros no?
No me gusta el dentista ni el cartel de su consulta. No me gusta el dentista ni el olor de su consulta. No me gusta que el dentista me meta sus dedos en la boca. Me produce asco. Tengo mil argumentos para demostrar que los dentistas deberían estar prohibidos. Son malas personas.
ResponderEliminarStultifer:Eso es porque no conoces a mi dentista
ResponderEliminarSi ya el dentista de por si me da miedo solo me faltaba este
ResponderEliminarJuanjo:Muy melindroso te veo:Cierra los ojos y disfruta
ResponderEliminarNo sé qué tiene de malo este dentista, chicos. Al menos tiene pelo, como los seres humanos normales. Pelo, joer, pelo. ¿Qué tiene de malo el pelo, digo yo, que todos los presuntos tíos buenos de las fotos salen siempre lampiños como un pollo desplumao? ¡Donde hay pelo hay alegría!
ResponderEliminarNo me molesta el disfraz de conejo especialmente, pero sí que sea rosa, que es un color que me resulta antipático .
Ronronia:estoy contigo en tu reivindicacion por el vello corporal.En cuanto al color rosa mas de una vez le he propuesto cambiarlo pero es de ideas fijas
ResponderEliminarBesitos